Buenos días a nuestros distinguidos invitados, a los miembros de la comunidad universitario y de la prensa que nos acompañan. En nombre del Comité Directivo de la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz les doy la bienvenida a esta nuestra primera actividad del año académico 1999-2000, el foro titulado La Experiencia de la Comisión Especial de Vieques: Un ejemplo para la historia.
Nuestra comunidad universitaria, al instaurar la Cátedra UNESCO, asumió el compromiso de promover - a través de su labor administrativo, docente, curricular, investigativa, creativa y de acción comunitario, los valores que orientan una cultura académica y social de paz, justicia, democracia y vida sostenible. Durante los pasados tres años, desde este espacio universitario, hemos auspiciado una serie de actividades a la luz de este compromiso.
La actividad de hoy nos provee la oportunidad de conocer de cerca un proceso histórico en el logro del consenso entre representantes de los tres partidos políticos y representantes de la comunidad civil; un proceso histórico en la defensa de los derechos humanos sin precedentes en nuestra experiencia como pueblo. La Comisión concluye en su informe que las actividades de la Marina de los Estados Unidos en la Isla de Vieques constituyen una violación a los derechos inalienables de todo ser humano a la vida, la libertad, la propiedad y la búsqueda de la felicidad. Que dichos actividades han tenido un efecto detrimental en el desarrollo económico y social del pueblo viequense, así como un efecto dañino y despiadado sobre la ecología y los recursos naturales. Recomiendan exigir el cese permanente e inmediato de todos las actividades militares de la Marina en Vieques, así como el traspaso de los terrenos en posesión de la Marina al pueblo viequense. Reconocemos que esta Comisión ha contribuido a aunar voces, brazos, y fuerzas en favor del pueblo viequense y puertorriqueño y a sacudirnos de lo que Ana Lydia Vega ha descrito como la "costumbre del horror". Hoy esperamos aprender sobre el proceso para alcanzar ese consenso, sobre sus conclusiones y recomendaciones, así como las lecciones para el presente y futuro del pueblo puertorriqueño.
Quisiera aprovechar la ocasión para anunciar que el Comité Directivo de la Cátedra ha acordado recomendar al Senado Académico del Recinto que le otorgue la Distinción Cátedra UNESCO de Educación para la Paz al pueblo de Vieques para nuestra Tercera Lección Magistral a celebrarse el semestre entrante. En esa ocasión, será la Isla Nena quien le hable a la Universidad y a la Isla Grande desde su lucha cincuentenaria por la paz.
Me corresponde agradecer a todos y todos los que han colaborado para que hoy estemos aquí reunidos. En primer lugar, mi agradecimiento a los miembros del Comité Directivo de la Cátedra. Nuestro agradecimiento al Rector, Dr. George V. Hillyer y al Decano de Asuntos Académicos, el Dr. Carlos Ramos. Gracias también al personal administrativo de la Oficina del Rector, del Decanato de Asuntos Académicos y de la Oficina de la Decana de la Facultad de Educación que posibilitaron nuestra labor. Gracias a la Oficina de Relaciones con la Comunidad y a Radio Universidad. Para finalizar mi breve saludo citaré unas palabras sobre la educación para la paz que me parecen relevantes a nuestro trabajo y a la actividad que hoy nos reune:
La paz no es lo contrario de la guerra, sino la ausencia de violencia estructural, la armonía del ser humano consigo mismo, con los demás y con la naturaleza. . . . Educar para la paz supone educar para no estar en paz, educar para no ser indiferentes, para sentir un "gusanillo" que renconcoma la conciencia y nos incite a la acción. No obstante para actuar, es preciso conocer.» (Seminario de Educación para la Paz de la Asociación Pro Derechos Humanos, Madrid, 1994)
Los exhorto entonces, a conocer, a no estar en paz ante la violencia y la injusticia y a construir posibilidades para un futuro de convivencia para Vieques y Puerto Rico.