Conferencia Magistral 2004
Cátedra UNESCO de Educación para la Paz

Entre el terror y la esperanza: Religión, guerra y paz

Semblanza del Profesor, Dr. Luis Rivera Pagán, con motivo de su Conferencia Magistral en La Cátedra UNESCO de Educación para la Paz.

Dr. Samuel Silva Gotay

El Profesor Dr. Luis Rivera Pagán, hasta hace poco, profesor de Humanidades en Estudios Generales, es ahora profesor de la Cátedra de Estudios Ecuménicos Henry Winter Luce de la Universidad de Princeton. Conocí al Dr. Luis Rivera Pagán en la Biblioteca del Seminario Evangélico en Río Piedras, cuando tenia 18 años. Han pasado unos 43 años, en los que el Profesor ha estado leyendo, investigando, escribiendo y dando conferencia alrededor de gran parte del planeta. Hemos compartido durante esos años, preocupaciones, lecturas, luchas, viajes y conspiraciones a favor de la paz y la justicia. De aquí la autoridad para hablar sobre Luis Rivera Pagán.  

Ubicado en el movimiento estudiantil cristiano de entonces, y desafiado por las controversias de la década del ’60, Luis estuvo involucrado como estudiante en los debates a favor de la Reforma Universitaria, contra la Guerra de Vietnam y en consecuencia, en las disputas contra el Servicio Militar Obligatorio y el ROTC, institución para la enseñanza militar en el campus de la Universidad, asuntos estos que finalmente, se extendieron años después a la resistencia pacífica a la presencia de la marina de Estados Unidos en las islas –municipios de Puerto Rico, Vieques y Culebra.

Luis Rivera Pagán  se ubicó en el mundo desde su una comprensión teológica de la fe cristiana, que ya comenzaba a generalizarse entre muchos de los movimientos de la “Federación Mundial Cristiana de Movimiento Estudiantiles. La fe cristiana comenzaba a ser rescatada como la comprensión del anuncio de un Reino de justicia y fraternidad humana en la tierra, a cuya construcción los cristianos estaban llamados a participar por amor al pobre y oprimido. Era un llamado al creyente a la lucha contra las estructuras de opresión y explotación, que tenía diversas formas en diversas localidades concretas.

Desde esta perspectiva actuaban Luis Rivera Pagán y los miembros de la Fraternidad de Universitarios Evangélicos que se unieron al movimiento estudiantil la tarde del 28 de octubre del ’64, en la marcha a favor de la Reforma Universitaria. Allí los estudiantes fueron macaneados por la policía por estos rehusar levantarse, luego de haberse sentado en la calle en un sit in de protesta por la entrada de la policía al campus, (como solían hacer los estudiantes en el Sur de EU en las demostraciones contra la segregación racial) . No es por casualidad, entonces, y aquí me adelanto en el relato, que años después fuese arrestado en compañía del  Obispo Antulio Parrilla, varios pastores, sacerdotes, pescadores y el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berrios, por la construcción de una capilla ecuménica en el blanco de tiro de la Marina de Guerra de Estados Unidos en la isla de Culebra, para protestar por el abuso militar. Por esta acción irá preso durante 6 meses con los pescadores  y el Lic. Rubén Berríos, lo cual los convirtió en precursores de los que en la lucha reciente, han sido encarcelados por amor de sus hermanos viequenses.

Al graduarse de la Universidad, Luis continuó sus estudios en el Seminario Evangélico. A mi regreso de la Universidad de Yale  en 1964, para ser capellán universitario, lo encuentro dirigiendo grupos de estudios sobre la unidad de la Iglesia desde a perspectiva ecuménica, que ya la Federación Mundial de Movimientos Estudiantiles Cristianos y el Consejo Mundial de Iglesias comenzaban a adelantar en el mundo. A esta concepción ecuménica que continuó creciendo, habrán de unirse los estudiantes del Centro Católico Universitario y rendirá fruto al pasar del tiempo, a juzgar por las caras que de pastores, sacerdotes y dirigentes religiosos que vimos en la Gran Marcha Ecuménica por la Paz en Vieques, realizada recientemente, 35 años después de aquellos ensayos ecuménicos estudiantiles.

Nuestro conferenciante de hoy, estudió posteriormente historia de la teología en la Universidad de Yale, donde hizo una maestría adicional en el campo y también su  doctorado. Luego siguió estudios posdoctorales en historia de la filosofía y las ciencias sociales en la Universidad de Tubingen en Alemania. Sus estudios lo llevarán a ampliar los intereses que ya tenía y a abrir un amplio abanico de otros intereses que van a llevarlo a la lucha por la paz en el contexto de la Guerra Fría y al estudio de la cuestión de las armas nucleares; a una reconocida contribución  a la Teología de la Liberación y su aplicación a otras cuestiones; a los estudios del problema de la injusticia y la teología legitimadora en la conquista de América; a la investigación del problema colonial y la cultura;  al estudio de la teología puertorriqueña y la hispana en los Estados Unidos; y en los últimos años, a la problemática de la literatura latinoamericana y la teología. Estos intereses se fueron convirtiendo en libros, en luchas, en cursos académicos, en viajes por todo el mundo, en  conferencias y en actividades políticas a favor de los pobres y oprimidos. Sus 15 libros, al igual que sus 97  conferencias y ponencias formales dictadas en Europa, Asia, América Latina, Estados Unidos y Puerto Rico (1962-2004),  y sus 78 artículos publicados en revistas académicas y especializadas (1962-2002),  han brotado de estos intereses y de su estar ahí en la historia en el momento dado.

A la sombra del armagedón: reflexiones críticas sobre el desafío nuclear, su primer libro grande, publicado en San Juan por Editorial. Edil en 1988, es producto de sus andanzas por el mundo europeo especialmente, donde estuvo inmerso en las discusiones internacionales de la Conferencia Cristiana por la Paz a partir de 1968, en Alemania, Bulgaria, Checoslovaquia, Holanda, Hungría, India, Finlandia, y la Unión Soviética, en once ocasiones diferentes y como miembro de la Comisión Presidencial la más de las veces. También es producto este libro de la participación del Profesor en diálogos realizados en otros organismos internacionales empeñados en la construcción de condiciones para la paz, como el Harvard Progama on Nuclear Weapons and Arm Control, la Academia Evangélica de Berlín, el Consejo Latinoamericano y el Caribeño de Iglesias, la Confederación Superior Universitaria  Centroamericana, el Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo, la Conferencia de Orgaizaciones No-gubernamentales del Consejo Económico y Social de la ONU, Pax Cristi Internacional, Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo, el Consejo de Iglesias Británico y otras organizaciones. Eventualmente, el libro se convirtió en el maestro y fuente de recursos en estos encuentros.

Entre las 45 conferencias y participaciones en encuentros internacionales sobre este asunto de las armas nucleares y la paz, llaman la atención, conferencias y ponencia del Profesor como las siguientes:  Las nuevas doctrinas de la Guerra Nuclear, leída en la Conferencia Mundial de Religiones Para la Preservación de la Paz, convocada por la Iglesia Ortodoxa Rusa en Moscú en 1982;  la ponencia Wars of the Thierd World and the Thierd World War, dictada en el Seminario sobre Paz y Desarrollo, auspiciado por el Instituto de Investigación Social y Económica de la Universidad de West Indies en Jamaica y la International Peace Research Association, en 1988;  la conferencia  Nuclear Apochalypse and Metanoia: Christian Theology in the Light of Hiroshima and Nagasaki, leída en la Conferencia de Sicología y Teología Pastroral celebada en Checoslovaquia  en 1988; la ponencia  Liberation and Peace: Ethical Imperatives of the Gospel en el Tercer  Congreso y Asamblea de la Conferencia Cristiana por la Paz, celebrado en La Habana, Cuba en 1987; la conferencia La Perestroika: Problema y Paradojas. Implicaciones conceptuales para el Caribe, en la 6ta Conferencia Anual de la Asociación de Economistas de Puerto Rico en 1989. Desde la primera asistencia de Luis Rivera Pagán a  la Asamblea de Cristianos por la Paz en Praga, Checoslovaquia, en 1968, ya no hubo vuelta atrás, no pudieron dehacerse de él.  Siempre fue difícil deshacerse de él. Anaida Pascual, su señora, coincide con este testimonio.

El libro, A la sombra del armagedón, demuestra ya desde entonces, esa capacidad totalizadora del trabajo de investigación del Dr. Luis Rivera Pagán, evidenciada en la exhaustiva lectura de los documentos y los trabajos más importantes sobre el asunto, como para sumergirse, en este caso, en la historia del pensamiento sobre la guerra desde Erasmo y Maquiavelo hasta la física nuclear, en el análisis del aparato político-científico que crea las armas nucleares, en la historia del proyecto Manhattan, en la historia de Hiroshima y Nagasaki, y en el fracaso del control internacional de la energía nuclear, para finalmente analizar la lógica del terror que camina hacia el arma absoluta, con el fin de  examinar la propuesta de senderos inéditos para transitar hacia la paz.  No conozco otro libro sobre las armas nucleares escrito por un latinoamericano, de tanta envergadura como éste.  El Prof. Luis Rivera Pagán viene pues, a dictar esta conferencia de hoy Entre el Terror y la Esperanza, Religión, Guerra y Paz, con una larga trayectoria de presencia internacional en la cuestión.  Por su estancia continua aquí en Puerto Rico, en la Facultad de Estudios Generales, nos hizo participes del asunto por vía de sus conferencias a todas nuestras universidades y a los países vecinos del Caribe: Jamaica, Cuba, México y Costa Rica.

En el libro Senderos teológicos: El pensamiento evangélico puertorriqueño, publicado por la Reforma en 1989, Rivera Pagán analiza tres teólogos protestantes y yo añado que son cuatro, por la presencia de un artículo suyo en el libro. Dos de estos,  reflexionan desde la fe sobre las condiciones histórico-culturales de la isla en busca de su identidad en medio de la crisis de la década del ‘30 al ‘40,  y los otros dos, desde la fe también pero respecto a las condiciones de opresión y explotación en América Latina, el mensaje bíblico de liberación y la obligación cristiana de participar en los procesos históricos de liberación de carácter social, a partir de la fe, para la consecución de la paz..  Con este libro Rivera Pagán comienza a llamar la atención sobre la presencia de la contribución protestante al pensamiento puertorriqueño. En conferencias posteriores delineará tendencias existentes entre los autores contemporáneos, a las que añadirá notas al calce repletas de esa bibliografía a la que ha seguido el paso muy de cerca. (Teología puertorriqueña evangélica y educación teológica, en Fe y cultura en Puerto Rico, San Juan, 2002, pp. 110-131.)

Evangelización y violencia: La conquista de América, es su libro de 1990, con una edición en 1991 y traducción al inglés (A Violent Evangelism, Louisville, KY, John Knox Press, 1992), con el cual se dirige a cuestionar lo del “descubrimiento” y las bondades de la conquista y colonización española. Este es un libro importante, que ya los académicos lo señalan como clásico. Estoy seguro que habrá que reimprimirlo para el 6to centenario en el año 2092. En éste, el historiador del pensamiento cristiano que es Luis Rivera Pagán, examina el papel legitimador que juega la Iglesia en la conquista y explotación fundamentada en la violencia sobre los indígenas, en el arrinconamiento jurídico de estos como animales sin derechos incapaces de gobernarse a sí mismos, con el objeto de justificar el dominio de España sobre sus tierras y su fuerza de trabajo. A la vez, el autor examina el carácter profético de los defensores de indios, a partir del padre las Casas y los lascasianos, y su papel en la modificación de las leyes de esclavización y explotación del indígena. Este es un libro extraordinario de 450 páginas en el que el autor se luce por sus amplios conocimientos del pensamiento cristiano de la época que interviene en el pensamiento y las prácticas legales y pastorales de la conquista y colonización, al igual que por el excelente tratamiento de las múltiples fuentes históricas que usa.   Cuatro años más tarde la Editorial de la Universidad publica  de Luis Rivera Pagan, Entre el oro y la fe: El dilema de América, en el que éste examina la paradoja de la obligación teórica y teológica de la conversión del indio y la obligación de trabajarlos para sacar la riqueza de América, de tal manera que en la práctica la explotación mediante la esclavitud, la encomienda y el repartimiento de indios para la explotación de mano de trabajo va a prevalecer con el consentimiento y justificación de la Iglesia sobre la encomienda Isabelina de la evangelización de los indígenas. Este pequeño libro de 115 páginas, constituye una joya entre los trabajos que ya comienzan a aparecer sobre el tema. Difícilmente se escriben dos libros de esta calidad y fuerza documental sin los conocimientos sobre la historia  del pensamiento cristiano, la actitud crítica y el compromiso con los pobres y oprimidos sostenidos por el profesor.

De las 32 conferencias dictadas por Luis Rivera Pagan en Europa, América Latina y Estados Unidos, sobre esta temática en torno a la celebración del 5to centenario de la conquista y colonización de América, 6 fueron dictadas en universidades e instituciones de Puerto Rico. Ya en 1987, cinco años antes de la celebración de 5to centenario Luis comenzó a disparar con su conferencia The Christianization of America: Analysis and Challenge, en una universidad de Dallas, Texas.   

Los libros, Los sueños del ciervo: (con c) Perspetivas teológicas del Caribe (1995) y Mito, exilio y demonios: Literatura y teología en América Latina (1996)  (no voy a hablar de todos los 15) nos permiten seguir el peregrinar de Luis Rivera Pagán. Este primero, incluye varias conferencias, pero en el último capítulo nos sorprende con “Sueños del Ciervo: Justicia, paz y esperanza solidaria.” En éste  emerge esa lucha de la esperanza frente a la dura realidad de la historia, que leva a la tristeza, el cansancio, la desesperanza.  Luis coloca al inicio del artículo ese duro verso del poema El ciervo de León Felipe, que dice:

La historia ha sido siempre

y va a seguir eternamente siendo

la jauría de un rey bastardo y criminal

persiguiendo sin descanso al ciervo.

Pero también coloca el verso del Salmo 85 que dice:

Amor y verdad se han dado cita,

justicia y paz se abrazan;

la Verdad brotará de la tierra,

y de los cielos se asomará la justicia.

Esa generación del ’60 que bailó en las calles con el triunfo democrático de Allende en Chile, que logró el triunfo momentáneo de la decisión del Senado Académico para eliminar el ROTC de la Universidad, que se ilusionó con transformar el mundo en medio de la Guerra Fría, que luchó por la creación de nuevas condiciones materiales para que fuera posible la formación del”hombre nuevo”, se enfrentaba al hecho de que la historia se cerraba en medio del camino. El Che había muerto en Bolivia, surgía el neofascismo en el cono sur, en Puerto Rico el carpeteo ilegal de la policía llenaba papeles de mentiras contra jóvenes que no encontraban trabajo, por que había que presentar un “certificado de buena conducta” firmado por el rey bastardo y criminal, cinco denominaciones protestantes enjuiciaban y perseguían 56 pastores jóvenes y seminaristas, la Iglesia Católica prohibía pensar y cerraba el Seminario Mayor en la Universidad de Ponce, donde el Obispo Parrilla había sido Rector, y la derecha acusaba al Colegio de Abogados, de ser una institución comunista. Esa generación se cansó, se fatigó, se desalentó, se agotó. En este libro, Luis toma el toro por los cuernos y  enfrenta el asunto con angustia y resolución en Los Sueños del Ciervo.  Léalo.

En Mito, exilio y demonios: Literatura y teología en América Latina, Luis toma otro rumbo, aunque no menos luísico. Con sus amigos siempre ha combinado la seriedad académica con el humor más atrevido.  Hay mucho de esto en este libro. Alejo Carpentier, León Felipe y García Márquez son sus objetos de estudio. Pero aquí tenemos a Luis navegando a su gusto en el placer de la literatura, donde hace galas de su fina ironía, y su sentido de humor, para extraer la dimensión teológica encubierta en la literatura latinoamericana. Aquí le vemos correr página tras página haciendo uso de su de su privilegiada memoria y de un conocimiento de la literatura que se había guardado para el goce personal. .

Como estamos en una semblanza hay que decir que a pesar de esa gigantesca presencia académica e internacional, Luis es una persona tímida y sencilla. Pero no hay que equivocarse. Lo he visto ser condescendiente con un historiador caribeño con el que difería, y lo he visto ser un tigre con un parejero intelectual europeo de la Universidad Libre de Holanda, al que hizo harina.

La presencia internacional del puertorriqueño, su talento, la fuerza de sus argumentos, y sus amplio conocimientos llamaron la atención de la Universidad de Princeton y lo invitaron a la cátedra en forma persuasiva. El Dr. Rivera Pagán entendió que desde allí tendría un auditorio más amplio, especialmente el del mundo hispano en Estados Unidos, que constituía un nuevo periodo en la historia de América. Se mudó para continuar haciendo historia. Como vemos, no lo hemos perdido, va y viene como el Puerto Rico que amplia sus fronteras al resto del mundo.

Al lado de Luis, camina, trabaja, inspira y duerme, esa extraordinaria mujer que es Anaida Pascual, Profesora de esta facultad de Educación, a la que Luis Rivera Pagán viene a ver todos los meses desde Princeton, aunque le cueste una fortuna. Cuando no, ella toma el avión. Cada uno trajo tres hijos cuando se casaron. Luis terminó siendo padre de todos ellos. Cuando se casaron fue un acontecimiento, hubo que traer a don Leopoldo Zea de América Latina para que testificara allá que era cierto que habían cazado a Luis Rivera Pagán y que no tendría remedio, porque los había casado el Juez William Fred Santiago, quien además era, y sigue siendo, pastor metodista.