Nos honra con su presencia para dictar la Segunda Lección Magistral de la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz un ser cuya labor profesional y de vida constituye una significativa aportación solidaria en medio de una sociedad caracterizada por una cultura intolerante ante las diferencias, pero tolerante y silente ante las violencias, las desigualdades y la creciente deshumanización. El Dr. Antonio Martínez, un ser humano que con el acompañamiento de un colectivo interdisciplinario cobijado en un modelo comunitario de base, ha laborado por más de dos décadas guiado por el siguiente principio, y lo cito: La tortura y las violaciones a los derechos humanos constituyen un acto social e implican la complicidad de algunos sectores sociales, de ahí que la rehabilitación de los sobrevivientes debe ser social. Rehabilitación que no se debe ofrecer por ganancias ni caridad sino por solidaridad.
El Dr. Antonio Martínez, psicólogo puertorriqueño, obtuvo su Ph.D. en Psicología Clínica con altos honores de la Universidad de Massachusetts en Amherst, en 1984. Cursó un bachillerato en Estudios Generales en Psicología y una maestría en Psicología Comunitaria, también con altos honores, en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. De 1993 a 1995 ostentó la beca post grado Community Service Fellowship Award del Chicago Community Trust para el desarrollo de definiciones y prácticas en el tratamiento de sobrevivientes de la tortura.
De 1987 a 1990, el doctor Martínez dirigió el Refugee Services Office of Travelers and Immigrants Aid de Chicago. En 1987 fundó el Centro Marjorie Kovler para Sobrevivientes de Tortura de Chicago. Hasta el año 1992, coordinó las labores en este centro de renombre mundial que ofreció servicios y apoyo de naturaleza social, clínica y legal a sobrevivientes, refugiados y perseguidos provenientes mayormente del reino del terror en América Latina.
Desde 1993 se desempeña como oficial ejecutivo principal del Instituto para Sobrevivientes de Violaciones de Derechos Humanos, también en Chicago, centro cuya filosofía se ramifica en tres vertientes principales de trabajo: investigar, potenciar a los sobrevivientes de una rehabilitación integral y educar a las comunidades para prevenir las violaciones a los derechos humanos.
Desde sus inicios como joven profesional de la psicoterapia en Puerto Rico el doctor Martínez se aproximó a proyectos orientados a jóvenes delincuentes. Actualmente, como secuela de este trabajo de naturaleza comunitaria, se desempeña como vicepresidente de la Junta de la Sociedad para la Renovación Comunitaria de Chicago y es miembro de la iniciativa Aumentemos la Paz en nuestra Vecindad. El doctor Antonio Martínez fue presidente de la Junta del Capítulo de Chicago de la Liga Internacional Maya. También, fue director durante siete años del Programa de Salud Mental para refugiados, adscrito al Heartland Alliance for Human Rights and Human Needs. Ha sido por años miembro activo de Amnistía Internacional y colaborador de diversas entidades no gubernamentales y organizaciones comunales de derechos humanos, tales como Shalom Ministries y Partners of Conscience. Ha cooperado además, con organismos, entidades y movimientos con alto sentido de voluntarismo social y cristiano como la Cruz Roja Internacional, hospitales y hospicios, el movimiento de santuario y grupos misioneros con destino a comunidades marginadas, desplazadas y violentadas.
El doctor Martínez se ha destacado igualmente, por su labor intelectual y académica. En incontables ocasiones y en muy diversos contextos académicos, comunitarios, profesionales, legales y religiosos ha expuesto sus investigaciones, conocimientos y experiencias clínicas, sobre todo, las que le llegan por medio de la historia oral y los testimonios de las voces de los propios sobrevivientes a través de conferencias, teleconferencias, consultorías, talleres y publicaciones. Ha participado en simposios y congresos sobre asuntos relacionados con la salud mental de quienes constituyen su mayor preocupación por su vulnerabilidad, es decir, la niñez, los adolescentes, la familia, los refugiados, los inmigrantes y la comunidad latina en Estados Unidos. Como orador ha focalizado en asuntos públicos como los siguientes: la prevención a la violación de derechos humanos, el tratamiento a los sobrevivientes, las controversias interculturales de credibilidad en corte, la secuela sicológica y comunitaria de la brutalidad policíaca, el racismo, la opresión y la experiencia de los refugiados, así como las implicaciones de la obra de Pablo Freire a las violaciones de los derechos humanos. También podemos indicar que, por su conocimiento y convicción en torno a los modelos ecosistémicos y contextuales de salud mental y desarrollo humano, ha abordado en sus investigaciones y escritos temas tan diversos como el proceso de reconciliación de Sudáfrica, las relaciones intergeneracionales en la familia camboyana refugiada, el reino del terror en Guatemala, la relación entre tortura y espiritualidad, la crianza de la niñez en un mundo violento y los efectos postraumáticos en las comunidades que han sido invadidas, colonizadas y victimizadas. Entre sus objetivos de investigación en acción más reciente se encuentra el abordar las violaciones de los derechos humanos a sectores por lo general excluidos, tales como los sobrevivientes de la brutalidad policíaca, la violación institucionalizada, la violencia racial y la violencia anti gay y anti lesbiana. Su vocación profesional y existencial ha llevado al doctor Martínez a ser expositor y consultor en asuntos relacionados con la rehabilitación de sobrevivientes de la tortura y tratos crueles en países como Canadá, México, Argentina, Chile, Inglaterra, Turquía, Costa Rica, Nepal, Sudáfrica, Panamá, Estados Unidos y Puerto Rico.
Su ministerio profesional y de vida le ha llevado a ser desde capacitador en materia de derechos civiles y humanos, de jueces a cargo de inmigración y naturalización y de oficiales que patrullan la frontera entre México y Estados Unidos, a perito experto en asilo político y brutalidad policíaca en Estados Unidos y hasta observador internacional de las elecciones en Guatemala. Por su labor solidaria con sobrevivientes de la tortura, los tratos crueles y de otras violaciones a los derechos humanos, se le ha honrado con distinciones tales como las siguientes:
Special Thanks Award, Coalition for Peace in Guatemala, 1996.
Community Service Fellowship Award, Chicago Community Trust, 1993.
Norma Jean Collins Award, Chicago Psychologists Association, 1990.
Human Rights Award, Guatemalan Information and Cultural Center, 1990.
United Way Crusade of Mercy Voluntary Action Citation for Outstanding Program Award, 1989.
Dupage Hispanic Task Force Recognition Award, 1989.
En 1994, la Sección de Puerto Rico de Amnistía Internacional lo distinguió, además, por su contribución a la promoción de los derechos humanos al invitarle como conferenciante central de su asamblea anual y dedicarle la misma. En 1992 se destacó su labor a nivel mundial, cuando la conocida actriz Glenn Close, al aceptar el Tony Award por su actuación como Paula, una mujer torturada física y sexualmente, en la obra Death and the Maiden, del chileno Ariel Dorfman, dedicó el tiempo asignado para la aceptación del premio a reconocer la dedicada y trascendental labor humanitaria y profesional del doctor Antonio Martínez.
Como vemos, la labor del doctor Martínez, es cónsona con el compromiso explícito que nuestra comunidad universitaria asumió al instaurar la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz. Confiamos que a través de la labor docente, curricular, investigativa, creativa y de acción comunitaria, fomentemos los valores que orientan una cultura de paz activa e integral. Es decir, el respeto a la dignidad humana, a la vida sostenible fundamentada en las relaciones no violentas, el respeto a los derechos humanos y la equidad intergeneracional. Ante este gran reto, sabio sería guiarnos por el inspirador ejemplo del Dr. Antonio Martínez y por un aforismo gandhiano que pone el acento esperanzador en el quehacer coherente con el valor al que aspiramos, es decir, la paz. Cito a Gandhi: No hay camino a la paz, la paz es el camino. Ciertamente nuestro invitado, el Dr. Antonio Martínez, ha caminado durante varias décadas por senderos de paz.