Prólogo: Primera Lección Magistral de Educación para la Paz

Cátedra UNESCO de Educación para la Paz:
Nueva instancia solidaria
en el Recinto de Río Piedras

Dra. Anaida Pascual Morán
Coordinadora Comité Directivo
Cátedra UNESCO de Educación para la Paz

En noviembre de 1996, el Senado Académico del Recinto de Río Piedras aprobó, a través de un Convenio de Cooperación, la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz, creándose así una nueva instancia solidaria en la Universidad de Puerto Rico. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura inició las Cátedras UNESCO en 1991, con el propósito de propiciar una dinámica de colaboración entre instituciones de enseñanza superior.

En este espacio universitario, hemos estado realizando diversas actividades, tales como exposiciones artísticas y de materiales curriculares, conferencias y conversatorios. Además, nos hemos propuesto articular una red de proyectos innovadores, y elaborar una base de datos relativa a investigaciones, creaciones y publicaciones en torno a asuntos relacionados con la paz.

Las actividades inaugurales de la Cátedra UNESCO se llevaron a cabo el 9 de abril de 1997, ocasión en que el doctor Fernado Picó dictó la Primera Lección Magistral de la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz, distinción conferida por el Senado Académico del Recinto de Río Piedras. En su Lección Magistral - "A la Universidad desde la cárcel: Historia de un atrevimiento" - el doctor Picó disertó sobre las raíces históricas de la violencia en la sociedad puertorriqueña, y propuso alternativas educativas que podrían aportar a nuestra paz social, focalizando en el Programa de Confinados Universitarios.

Como parte de la Lección Magistral, tuvimos también la oportunidad de enriquecernos con la participación en un panel, junto al doctor Picó y la periodista Yolanda Vélez Arcelay como moderadora, de dos estudiantes del Programa de Confinados Universitarios: Raúl Hernández Mercado y Fernando Guzmán Santiago.

Paralelamente a la Primera Lección Magistral, se llevaron a cabo actividades, exhibiciones y talleres abiertos por diversas entidades que trabajan por la paz, y por sectores representativos de nuestra sociedad, tales como nuestra niñez y los confinados universitarios. Cabe destacar la exposición Arte por Confinados y la producción radial Conversando tras las Rejas, a través de las cuales pudimos también escuchar las voces de los confinados. Voces que nos ayudaron a repensar la situación en las cárceles, y a convencernos de la urgencia de una reforma de la educación de nuestros confinados, como opción inmediata para minimizar la violencia y maximizar nuestra paz social.

Se estrenó además en esta ocasión, el video Eduquemos para los Derechos Humanos y la Paz, producido por el Proyecto Educando para la Libertad de Amnistía Internacional. Este video educativo-musical nos presenta la urgencia de concientizar sobre los derechos de la niñez y los deberes intergeneracionales, en la construcción de una cultura de paz. Finalizaron las actividades inaugurales con un - Canto por la Paz - por el Grupo Tepeu, recorrido musical que nos brindó un sentido de hermandad a través de los ritmos representativos de América Latina y el Caribe.

Nuestra sociedad experimenta cotidianamente drásticas manifestaciones de desesperanza, que denotan una violencia estructural, que a su vez genera una espiral de contraviolencias sociales y violencias represivas institucionales. Sin embargo, no existe en Puerto Rico una tradición - escolar o universitaria - explícita y sistemática de educación para la promoción partícipe de la paz. La agenda multidimensional para ensayar la paz desde una perspectiva universitaria de esperanza está todavía por escribirse. Para ello, deberemos re-pensar la Universidad en su paisaje interior de convivencia académica, hasta llegar a alter-nativas de acción para minimizar las violencias en el paisaje exterior y especificidad de nuestros hogares y comunidades.

El compromiso que esta comunidad universitaria asumió al instaurar la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz, implica promover explícitamente los valores que orientan una cultura académica y social de paz: la vida sustentable, fundamentada en las relaciones no-violentas, la equidad intergeneracional y el respeto a los derechos humanos y la diversidad humana y cultural. No obstante haber dado un paso adelante al incorpo-rar la Cátedra UNESCO y la tradición anual de la Lección Magistral de Educación para la Paz, todavía tiene nuestra colectividad universitaria mucho camino por andar para convertirse en modelo de comunidad educativa pacífica y democrática.

Esperamos que la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz, pueda contribuir a minimizar las relaciones de violencia desde la docencia, la investigación la creación y la labor de acción comunitaria. De igual manera, albergamos la esperanza de que, al hermanarnos con otras universidades en una acción concertada, la Universidad se convierta en protagonista y promotora del movimiento amplio de la UNESCO orientado a la construcción de una "cultura de paz", fundamentada en el respeto a los derechos humanos y un desarrollo sustentable.

Ante estos retos, sabio sería guiarnos por un aforismo ghandiano que pone el acento esperanzador en el quehacer coherente con el valor al cual aspiramos: la PAZ. Afirma Ghandi: "No hay camino a la paz; la paz es el camino."

Visualizamos la publicación y diseminación de esta Primera Lección Magistral y de las lecciones magistrales subsiguientes como un pequeño aporte en este amplio e inédito camino de paz.

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Saludo
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