La Primera Lección Magistral de la Cátedra UNESCO de Educación para la Paz se titula "A la Universidad desde la cárcel: Historia de un atrevimiento". Debe verse en el contexto de los esfuerzos continuos y la colaboración profesional de un grupo de personas que tienen el fin común de lograr un impacto duradero en la sociedad puertorriqueña. Por un lado el profesor que sabe despertar la visión de la disciplina y la magia de un futuro alentador, y, por otro, el alumno que percibe la necesidad de reflexionar sobre su posición en el mundo actual y su habilidad para tejer caminos en otras direcciones.
Esta interacción incluye ingredientes sofisticados y conocimientos especializados, pero también mensajes sólidos que reafirman que no existe distancia entre las metas trazadas y los logros obtenidos. Esto es parte de la vocación de un maestro, de un profesor y sus estudiantes; especialmente los que trabajamos a nivel universitario. El profesor está llamado a iniciar, definir y organizar el proceso educativo; el alumno a responder, construir y aportar a la interacción.
En esta ocasión resulta obligado hacer un alto para reconocer la excelencia y el compromiso del claustro y los estudiantes que conforman la comunidad académica. La altura y profundidad de la interacción que diariamente surge en nuestro Recinto provee una educación y una enseñanza que trasciende nuestras aulas y ayuda a formar el Puerto Rico que todos queremos.
Desde esta perspectiva es que debemos subrayar el mensaje inscrito en La Torre de nuestro Recinto:
Con motivo de esta Semana de la Educación, agradezco a la comunidad universitaria de ayer, de hoy y de siempre el hacer realidad esta visión.
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